Las leyendas sobre la existencia de los Bosques Perdidos se remontan a las épocas donde los Enanos todavía recorrían Hilidian y los Elfos aún continuaban asentándose en las planicies de Marabel.
Se dice que cuando las grandes caravanas de expedicionarios empezaron a recorrer lo que hoy se conoce como Ullathorpe, algunos de ellos lograron divisar un acceso secreto cerca de la ciudad anteriormente nombrada.
Algunos expedicionarios contaban sobre árboles extraños conformados de una singular madera, dura como el acéro, a la cual le llamaron Sáuco. Otros hablaron sobre árboles que caminaban sobre sus raíces, a los cuales denominaron Ents o también guardianes de la naturaleza.
Con el tiempo las historias contadas sobre estos bosques se fueron perdiendo, así también como la existencia de los Ents y del Sáuco, formando así parte de relatos meramente fantásticos que los ancianos contarían a través de los siglos a los niños de diferentes ciudades deseosos de escuchar fabulas que pongan al descubierto su imaginación.
Tiempo después los Bosques Perdidos volverían a los oídos de los pueblerinos, ya que se contaba que un ser de baja estatura logro encontrarlos y allí levantar lo que parecía ser un palacio, este extraño personaje pasaría desadvertido en un primer momento... ¡Los Bosques Perdidos existían!
Bravos Guerreros se adentraron hacia allí, pero nunca más se ha sabido de ellos.
Si tienes la fortuna de encontrar la entrada a estos bosques,ten cuidado, habrá criaturas que pueden helar tu sangre en un parpadeo y los peligros acecharán en cada rincón de este misterioso lugar.
