plorando a la luz de la luna, una respuesta a sus amoríos, que callendo como tormentas en un desierto de sensibilidad, masacraban sus pensamientos mas remotos, pero aún así... Como sabría que aquella sombra que anelaba su burla inmune hacia el par, dejando escaparse entre sus hojas, unos pequeños centellos de luz, que encandilaban entorpeciendolo cada vez más, y que sin lugar a descanso alguno, atrapaban su confianza en un ser, y la asesinavan, con tal de mantener en misterio, a sus deviles y acalladas palabras...
La hironía de mantener en silencio, las ideas que mas transitan en sus mentes, el agua que mas corre en su cause, y las hojas que mas crecen en su arbol.
Atte...
Gaston